«Empiezo a pasar el impuesto revolucionario».
Septiembre de 2007. La trama Gurtell está en pleno apogeo. Uno de sus principales escenarios (nidos) está en Boadilla del Monte, norte de Madrid. El entonces alcalde (PP) es el ahora imputado en libertad provisional Arturo González Panero («El Albondiguilla») a cuyo mando en el ayuntamiento estaban con altas responsabilidades en el área de vivienda y suelo sus lugartenientes, y ahora también imputados por gravísimos (presuntos) delitos, Alberto Bosch, José Galeote y Tomás Martín Morales. Al frente de la concejalía de economía, hacienda y patrimonio, y además tercer teniente de alcalde, estaba Juan Siguero Aguilar (PP), que tras la caída de Panero le relevó siendo actualmente el alcalde del municipio.
Él es el protagonista de esta historia, Juan Siguero, quien, además de los importantes cargos institucionales que ostentaba en aquel año de 2007, ejercía según parece como cobrador del PP. ¡Y qué cobrador!
De su «puño y letra (digital)», y firmando como responsable municipal, sale el siguiente escrito a las 2:23 PM del jueves 6 de septiembre de 2007:
«Asunto: cuotas pp.
Buenos días, hasta que leáis el correo.
Empiezo ya este mes a pasar el impuesto revolucionario, por lo que necesito que me comuniquéis número de cuenta en la que queréis que os cargue, así como vuestro número de DNI. Aunque ya seáis veteranos y estéis contribuyendo enviármelo, por favor, para actualizar la base de datos.
La remesa de este mes saldrá el día 12. Si no m facilitáis antes del 11 vuestros datos, el mes de octubre tendreis recibo doble, en noviembre triple y así, y me pensaré algún recargo (deformación profesional), y prometo llegar hasta el embargo.
Cuotas: Tte alcalde dedicación: 80 euros
Tte alcalde sin dedicación: 48 euros
Concejal dedicación: 62 euros
Concejal sin dedicación: 40 euros
Gerentes varios/dtor general: 80 euros
Otros cargos de confianza: entre 18 y 35 euros (consultar)
Un saludo
Juan Siguero Aguilar
Tercer Teniente de Alcalde
Concejal de Economía, Hacienda y Patrimonio.»
Y hasta ahí el correo. Llamativo cuando menos (¡aaay!…, me mordí la lengua), e interesante el tono (¿corleoniano?) y curioso el lenguaje (alcaponiano).
Ni un comentario más. Por el momento.
A cuidarse!!!