Golpe de efecto, golpe de timón, golpe de autoridad
Descripción del minuto y resultado del panorama político, rehén del agujero negro de la crisis que se ahonda y se ahonda y se ahonda… Un paisaje necesitado de ser intervenido ya, y… a las bravas, qué leches… Veamos: está don Tancredo Rajoy rebañando ansiosamente en la crisis (gula de poder en palabras de De La Vega) y aguardando groseramente no su ascenso sino «una» caída; está Durán Lleida tirando del brazo derecho del presidente con la misma ansia que el otro pero a la catalana; y están los sindicatos en el «preparados, listos…» y lo compatibilizan con tirar del brazo izquierdo del mismo presidente. Ese es el cuadro, todo en tonalidades negro lóbrego oscurísimo sin espacio para los grises, y con el cartelito «situación crític…»… Y puesto que lo peor es susceptible de empeorar, Charolito implora el «hasta aquí hemos llegado», convencido de que ha llegado el momento de intervenir con urgencia a la voz de «mejor la amputación que la cangrena mortal».
¿Cómo hacerlo?… Pues con medidas quirúrgicas más que con otra terapia de choque. En concreto con cuatro que, además de despejar incertidumbres y volver a generar confianza, desarbolarían a los rivales, sus estrategias, y sus ansias preñadas de sed de venganza.
1/ Anunciar de inmediato que el candidato socialista a las próximas elecciones generales volverá a ser Zapatero. Un golpe de efecto que daría armas y musculatura a su electorado («está a las duras de hoz y coz»), y que pondría de los nervios a don Tancredo, reactivando al tiempo la despiadada contienda por el poder en el PP.
2/ Cambiar ya el gobierno, sin esperar a que termine el semestre UE, para hacer un nuevo ejecutivo que sea político y no tecnocrático ni singular. Un nuevo gobierno con mucho peso, mucho oficio, y mucha autoridad. Un gobierno casi casi de salvación (que es un símil muy gráfico) en el que pudieran (o debieran) estar presentes, porque la situación lo requiere, pesos pesados del calibre de Solana, Solbes (sí, Solbes de nuevo), o el mismísimo González. Un gobierno de peso-un gobierno SISOR (sabios de incuestionable solvencia y oficio, y requetepreparados). Un golpe de timón sobrado de confianza y certidumbre.
3/ Reapuntalar orgánicamente el partido dando primacía a los mejores con independencia de su edad, origen o condición. Personas de peso político y con el don de la comunicación, sin miedo a partirse la cara un minuto sí y otro también. Dirigentes con capacidad sobrada y demostrada como para ejercer de referentes, articulando mensajes contundentes y razonados que los militantes y simpatizantes puedan utilizar en cualquier tertulia de trabajo o de café presumiendo de ello y sin amilanarse presos de la duda «¿qué digo?…; me preguntan y no sé qué decir…; se debate y no tengo argumentos (referentes)». Un golpe de autoridad no sustitutivo de lo que hay sino enriquecedor y potenciador de lo que se tiene.
y 4/ Hablar a la gente (al pueblo) y hacerlo mucho, sin temor a quemarse sino dispuesto a quemarse si es preciso… Comparecer, explicar y exponer semanalmente al «estilo obama»: «el presidente se dirige a la nación»… También en los medios, en todos los medios. Utilizar y usar sin miedo su potencia comunicadora sin temor a pecar de vanidad, y amparado bajo el paraguas de lo delicada que es la situación. Transmitir y contar en primer persona practicando la complicidad que a la postre genera confianza y certidumbre.
Cuatro recetas cuatro…: el «no va más»… Porque perder más no es posible y el territorio del «ganar» amenaza con quedarse desierto a la espera de dueño.
A cuidarse!!! (y mucho, es vital)
PD: IMPORTANTE, Charolito está procesando suculenta información sobre la recaudación interna popular en un municipio del norte de Madrid durante los años más fructíferos y activos de la cofrdía de los gurPPelianos. No tiene desperdicio. Permanezcan atentos a sus pantallas.