Mamá quiero ser noticia

alvaro-garcia-el-paisDesquiciada estaba la Espe, desesperada porque llevaba sin ser noticia desde julio y eso para ella es peor que para un yonki quince días de mono. Pensó unas cuantas veces liarse a estacazos por enésima vez con su queridísimo hermano Albert pero lo descartó porque esa artimaña tan recurrente es una bala que siempre lleva en su canana y no veía que fuese el momento de usarla, «ya vendrán días mejores». Planeó meterle por los ojos a Nanin los tacones de aguja que ella cada noche afila con fruición pero tampoco encontró la ocasión propicia estando él como petrificado en su tumbona. Llegó incluso a plantearse, ella que es doña estaca, inscribirse en el «un, dos, tres…al escondite inglés» de las primarias socialisto-madrileñas pero no se vio ahí porque como dicen tres son multitud y ya le llegará a ella el turno de la puntilla. 

Desquiciada estaba la doña, en un purito sinvivir y clamando a grito pelao y a lágrima viva «mamá yo quiero ser noticia», cuando de pronto entró en acción uno de sus madelmanes: el pistolero Neira pescado borracho al volante. «Albricias» gritó ella, «eh aquí mi oportunidad»… Y empezó a maquinar…

Dejó al beodo de la colt que se fuera de vía crucis catódico para que fuese engordando el escándalo. Mandó a sus sherpas a calentar un poco el mismo escándalo. Aguardó repuchada en tablas para saborear con deleite como aquello se desparramaba. Y pasó a la acción, implacable como siempre y como siempre al grito (otro de sus gritos de guerra preferidos) de «quien paga manda».

Pudo haberle cesado de inmediato. Pero no.

Pudo haberle dimitido con celeridad. Pero no.

Pudo haberle puesto a caer de un burro. Pero no.

Pudo incluso haberle internado, benefoctara como es, en un centro de desintoxicación y reseteado. Pero no.

Ella, «pa chula yo», recordó un viejo refrán y lo manipuló a su antojo. Aquel que dice «muerto el perro, se acabó la rabia». ¿Qué hizo? Pues lo transmutó en algo así como «ni muerto el perro, ni fin de la rabia: acabemos de un plumazo con la raza canina, con las enfermedades que puede provocar, y hasta con las facultades de veterinaria y medicina. Dicho en corto y por derecho: «ni le ceso ni le dimito ni le critico ni le sano; ¡me cepillo plena de poderío testosterónico no ya el cargo que le regalé para oportunista lucimiento de yo misma! Y dicho y hecho: ¡se acabó el observatorio regional para la violencia de género!

¿Que es bueno tenerlo?… Me la pela. ¿Que qué pasará con tan terrible problema al que tantos actos y palabras dedicó?… Me la pela.

Cesarle o dimitirle hubiera sido lo lógico, pero precisamente por eso no hubiera sido noticia. Eliminar el organismo, un escándalo, SÍ es noticia, y ella necesita ser noticia más que respirar después de dos meses de abstinencia. Cueste lo que cueste. Quien paga manda.

Lástima lastimosa en este lastimoso páramo, veremos qué hacen ahora no ya las asociaciones de mujeres sino esas siglas con las que se están atizando sin piedad sus guardianes. ¿Se reaccionará ya de manera fulminante e implacable o se esperará a que algún terrorista doméstico vuelva a depredar?

A cuidarse!!!