Último programa-balance de la Ruta del Carbón: las etapas asturianas. El titular sería “situación de incertidumbre crítica” porque la minería asturiana es consciente (y temerosa) de que lo que está ocurriendo en León pueda ser el ensayo de lo que sucederá en Asturias.
Ojalá ni lo uno ni lo otro se cumple, ojalá sirva para bien la reunión de este jueves 7 entre el secretario de estado de energía y las centrales sindicales.
Mientras eso sucede, o no, hoy te ofrecemos este programa-resumen de cuanto sentimos, vivimos, escuchamos y compartidos en Asturias: en Ciaño/La Felguera, San Martín del Rey Aurelio/El Entrego y Turón.
Recordaremos los testimonios más emotivos y más significativos de mineros, dirigentes sindicales, dirigentes políticos, músicos, escritores, periodistas… y, además, en formato “especiales”, las Mujeres del Carbón y dos históricos de la lucha minera con los que haremos memoria: Anita Sirgo e Ignacio Peón, torturados, encarcelados y deportados por luchar incansablemente por la minería y por la dignidad.
Merece sin lugar a dudas recordar lo más selecto de lo que se dijo, por unos y por otros, e incluso guardarlo en el caso de la memoria histórica.
Gracias a todos ellos y ¡mucha suerte!
¡¡GRACIAS!! también a todos los que creísteis en este proyecto y colaborasteis económicamente para llevarlo adelante. No olvidéis que esto no ha hecho más que empezar porque la Radio Minera seguirá informando puntualmente y volverá, sin duda, a los territorios mineros.
Y gracias, por supuesto, y también EN MAYÚSCULAS, a todos los que nos habéis seguido y nos seguís.
Radio Minera, dando voz a quienes otros no quieren dársela.
23-F-10 (sin tejeros ni salvapatrias). Esta es la fecha elegida por los sindicatos para manifestarse contra los recortadores (reales o potenciales) de derechos: la primera de esta envergadura en este etapa de gobierno socialista. Significativo sin duda y desde luego justificado; el asunto además presenta una lectura interesante.
Una lectura a la que han dado pie esta mañana Cándido y Toxo, UGT y CCOO, con sus reflexiones sobre el actual minuto y resultado de la desazón económica que nos desintegra en todos los ámbitos: el económico por supuesto, pero también el social, el ideológico, y hasta «el vital». Toxo dice que peor que el pensionazo es el plan de ajuste que supondrá recortes sociales, Cándido subraya que el gobierno ni siquiera cree en los acuerdos que firma; Toxo reclama que se actúe sobre los ingresos más altos, Cándido acentúa que el gobierno ni fú ni fá y la oposición no sabe por dónde va; y Cándido sentencia: «al gobierno le están empujando a que cambie de caballo en mitad de la corriente y la corriente se puede llevar al caballo» (y al gobierno).
Sabias, coherentes, realistas y gráficas reflexiones. Bajo ellas, la lectura: los sindicatos ahora mismo tienen una llave electoral.
El asunto es el siguiente. El barco, frágil aunque bien construido, libra una batalla brutal en medio de una feroz y despiadada tormenta. El timonel, cegado por olas de 4 millones de metros y angustiado por la zozobra armadora que amenaza con borrarle hasta los principios, da bandazos en mitad del fiero temporal. Sus grumetes, presos del desconcierto y rehenes del instinto de supervivencia, jalean al piloto sin discernir siquiera si es o no lo correcto: no hay que contrariarle, hay que salvar los muebles. La marinería, sumida en la estupefacción, reclama para actuar referencias claras y rotundas pero no las encuentra, y empieza a temer que no las haya. El timonel, al borde mismo de la desesperación, sabe que necesita ayuda pero no la pide. Los armadores, avaros y egoístas, se lanzan en tromba al mismo centro del desconcierto para forzar al timonel a que vire a estribor. Nadie les planta cara, el piloto empieza a sucumbir. El barco es un total desgobierno y el naufragio empieza a hacer presente de forma implacable. La marinería, atónita, es ya del todo consciente del desastre y empieza a vislumbrar un futuro no bajo el agua, que casi sería mejor, sino en una isla desierta de derechos ganados a pulso, cercenada de bienestar conseguido con su esfuerzo, huérfana de progresismo. La marinería se ve ya sometida durante una larga temporada al poder de los armadores y sus corifeos, muchos de ellos arribistas: una carcundia sin escrúpulos que enterrará bajo toneladas de revanchismo todos los avances que menguaron las prerrogativas de su alcurnia. La tempestad no cesa y aparecen fariseos que la encabritan todavía más para seguir forzando al timonel a que no deje de virar a estribor engatusándole con chantajistas cantos de sirena. Han hecho presa y le hacen dudar, sienten que están consiguiendo su objetivo ante la impotencia de los grumetes y lugartenientes del timonel que por no atreverse ni se atreven a llevarle la contraria. El desastre está a punto de consumarse, en presente pero también en futuro, y es en ese momento cuando la marinería salta como un resorte y se abalanza en tromba al timón para forzar un rotundo e inflexible viraje a babor. Un giro de no retorno.
Moraleja: la salida de esta tormenta (de este cenagal) debe ser por babor (por la izquierda), y debe ser una salida tan coyuntural como prolongada en el tiempo. A estribor se retrocede y la marcha atrás se llevará por delante mucho de lo conseguido; a babor se avanza y en el progreso se salvaguarda lo logrado por la mayoría para la mayoría.
Cándido y Toxo tienen una llave electoral, y puede estar llegando el momento (si no lo ha hecho ya) de usar la movilización para forzar el viraje a babor so pena de acabar en la isla de «san estribor» durante una larga e infausta temporada.
Días, semanas llevan dándonos la brasa con lo necesario que es hacer una reforma laboral cuya traducción es despido más barato-salario más bajo. Lo dicen y repiten los banqueros, los empresarios, los «espertos», las autoridades monetarias, la derecha (con jóse al frente porque jóse es su verdadero gurú con lo que le jode a nanin)…, y hasta algún que otro que se dijo (o se hizo pasar por) socialista. Todos invidualmente y haciendo coro han atestado el éter de esa petenera o letanía contaminando el poco oxígeno que queda tras la contaminación masiva del paro. Tienen partitura y la repiten machaconamente a ritmo de bakalao mientras siguen pergeñando la letra de esta nefasta canción venenosa que terminarán inyectándonos sin remisión. Lo dirá el tiempo que para ellos juega a su favor y para los demás en contra en medio de una pasividad política y sindicalista (¿hay izquierda?) definitivamente preocupante: en qué están, porqué no dejan de mirarse a sí mismos, qué pasa con la gente a la que ni siquiera se la tiene en cuenta.
Desolador panorama, terrorífico si se pone en primer plano la evidencia de que nos tienen desarmados, arrinconados en tablas, pidiendo casi la estocada…, sin referentes. La puntilla empieza a asomar, saldrá del todo en cuando se produzcan dos movimientos: que se componga el estribillo de que con la reforma laboral se crearán tantos miles de empleos (que es lo que se quiere oir hartos ya de tanta conjugación del concepto subsidio o ayuda); y que la tal reforma sea no alabada pero sí mencionada en formato casi de glosa por el obamismo (el corrector cambia la palabra por onanismo). Cuando pase eso llegará el silbido afilado de la puntilla y nos dispondremos a ser introducidos en el desolladero ante la pasividad (inoperancia) de una ¿izquierda? que sigue buscándose con el mismo empeño de quien busca una gota en un océano.
(Un por cierto final: ¿por qué no estuvo UGT en la campaña del 7-J?, ¿es que no contaron con ellos o es que ellos no confían porque hartos ya de estar hartos ya se cansaron?)