Ene 23 2016

Rock & Noir, Pamplona Negra

Bienvenidos a un aquelarre negro de palabras y ritmos.

60 canciones, 10 novelas.

Hora y media de radio sin radio, de novelas sin novela, de palabras y ritmos.

 

 

Hay muchas novelas que dan el cante…, muchas.

Hay bastantes novelas que, de una u otra forma, tienen música, llevan música… Bastantes.

Y luego…, luego hay novelas, algunas novelas, que cantan… Novelas que cantan… Un manojillo…

Y a ellas… vamos a viajar.

Manuel Vázquez Montalbán…, con Tatuaje.

Andreu Martín…, con El blues del detective inmortal.

Luis Gutiérrez Maluenda…, con Música para los muertos.

Javier Márquez Sánchez…, con Letal como un solo de Charlie Parker.

Carlos Salem…, con Camino de ida.

Alexis Ravelo…, con La Estrategia del Pequinés.

Paco Gómez Escribano…, con Manguis (que sale en unas semanas).

Ramón Palomar…, con Sesenta kilos.

Montero Glez…, con Talco y Bronce.

Y Carlos Zanón…, con Marley estaba muerto.


Nov 11 2014

Chester Himes vs. Ramón Palomar

1«Se cumplen 30 años este 12 de noviembre de la muerte, aquí en España, de uno de los grandes grandes de la novela negra, y vamos rendirle tributo: Chester Himes.

Cementerio de Benissa-Moraira, Alicante; nicho número 56; en la escueta lápida se lee el nombre del fallecido, lugar y fecha de nacimiento y muerte, el recuerdo de su esposa, y una palabra más, sólo una, a modo de epitafio: escritor.

Se puso el 13 de noviembre de 1984; un día antes, se cumplen 30 años, había muerto Chester Himes a la edad de 75 años. Uno de los más grandes de la novela negra, él prefería llamarla “novela de acción”, eligió una de las zonas más bonitas de la costa alicantina para poner fin a un azaroso exilio que primero le llevó a París donde se hizo grande y rico. De allí se trasladó a Moraira, año 1969, donde apuró las últimas gotas del cóctel explosivo que fue su vida.

Hijo de padre negro y madre cuarterona de la burguesía afroamericana de Missouri, él decide muy pronto coquetear en el territorio delincuencia lo que le lleva, con 19 años, y estando estudiando medicina en la universidad, a ser condenado por atraco a 20 años de trabajos forzados en una cárcel de Ohio. En aquel trullo, a saber por qué, le da por leer a Chandler y empieza a escribir. Sale después de 7 años y medio, y mientras trabaja de camarero, mozo de hotel, o mayordomo escribe su primera novela que se publica en el 45. Sin abandonar los 3excesos, sino todo lo contrario, Himes critica furiosamente el racismo que sufren los negros en América en aquellos años, y en 1953 pone océano de por medio y se refugia en Paris. Allí, y después de 3 años dando tumbos entre alcohol y violencia, se encuentra con la suerte personificada en el director de la serie “noire” de la editorial Gallimard que le convence para escribir novela negra diciéndole algo así como esto: “Coja una idea, empiece con acción, con alguien que hace algo… Siempre el detalle de la acción, retrate, haga como en el cine… No importa lo que piensen sus protagonistas, nos importa lo que hagan”. Himes toma nota y se inventa a los, ya eternos, detectives Ataúd Johnson y Sepulturero Jones que con sus revólveres del 38 largo aplican la ley en Harlem.

Ellos fueron el pelotazo de Chester Himes que 8 novelas después vuelve a poner tierra de por medio y de Paris se viene a la España del 69 para instalarse en Moraira. Allí pasa 15 años, los últimos en silla de ruedas primero y después totalmente paralizado y con Parkinson. Murió el 12 de noviembre del 84 y fue enterrado casi en soledad. Ahora, 30 años después, se le rendirá homenaje y tributo que es lo que hacemos hoy aquí.

2Lo hacemos con un periodista y escritor de novela negra valenciano que sabe mucho de Chester Himes y de Chester Himes y Moraira. Se llama Ramón Palomar».

Y ahora ya: ¡a escuchar!

Antes, te recuerdo: puedes escuchar Las Crónicas Del Vértigo los martes a las 10:45 en Las Mañanas de RNE. Además, puedes seguirnos en Twitter, @cronicasvertigo , y puedes contactar con nosotros y contarnos lo que quieras aquí: lascronicasdelvertigo@gmail.com

A cuidarse!!